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jueves, 17 de noviembre de 2011

Este noviembre se cumplen 200 años de la publicación de Sentido y sensibilidad de Jane Austen

Resulta fácil tener una opinión preconcebida de Austen. O es adorada por sus tramas románticas popularizadas en las adaptaciones cinematográficas o es odiada por su prosa densa.


Pero dejando a un lado el orgullo de los que creen saberlo todo de ella o el prejuicio de quien cree no necesitarlo, descubrimos una Austen que disecciona cada emoción con la precisión de una cirujana, y en sus descripciones detalla un retrato muy preciso de la época victoriana. Además, esta autora encierra una dicotomía muy interesante que pocos conocen.

Sus obras de más éxito Sentido y sensibilidad (1811), Orgullo y prejuicio (1813), Mansfield Park (1814), Emma (1815), La abadía de Northanger (1818) y Persuasión (1818) se caracterizan por una trama romántica, el crecimiento personal de las protagonistas femeninas y un final feliz. En su época y en la nuestra, esto suena a mainstream. Lo que no es tan conocido es que tiempo atrás Austen había empuñado su lápiz de forma excepcional en su Juvenilia —obras escritas en su juventud, como Los Watson (1804), Sanditon (1817) y Lady Susan (escrita en 1794 y publicada en 1805)— mucho más críticas con el sistema establecido.

Lady Susan es una hermosa viuda que flirtea sin parar y le hace la vida imposible a su hija para que se case con alguien a quien odia profundamente. La maldad de este personaje y su humor negro, junto con la elección de Austen de la novela epistolar convierten Lady Susan en toda una declaración de principios y un claro posicionamiento político. A finales del siglo XIX y principios del XX el género epistolar se identificaba con los sentimientos individuales, y por ende, el enaltecimiento del yo. Dar cabida a un personaje individualista, cruel y tan complacido consigo mismo puede leerse como un acto de rebelión. Un querer ir contra corriente dentro de la misma corriente. Para una mayor profundización sobre el tema os recomiendo el excelente estudio que lleva a cabo el Dr. David Owen en su obra Rethinking Jane Austen’s Lady Susan: The case for her ‘failed’ epistolary novella de la editorial Edwin Mellen Press Ltd (2010).

Como admiradora de esta dualidad en Austen, y apelando a vuestro buen gusto, os recomiendo que os alejéis de novelas parásito-mutantes con zombis o monstruos marinos y os invito a que os deleitéis con las ediciones especiales que han lanzado algunas editoriales como la de bolsillo de Sentido y sensibilidad de Random House Mondadori; Juicio y sentimiento de Alba Editorial, y Orgullo y prejuicio de Alianza, una próxima aparición en nuestra librería.

Si sois como yo y os fascinan los anti-héroes con un lado frágil os encantará redescubrir esta genial autora con su obra menos mainstream, y Lady Susan os seducirá por completo con su deliciosa maldad.

Alba, de Laie Pau Claris

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